En esta pagina, se hara un breve esquema de las partes en las que se divide la SANTA MISA con el fin de que sirva como pequeña guia para nuestros hermanos y aquellos devotos del Santisimo Cristo de la Expiración.
ORDINARIO DE LA SANTA MISA
RITOS INICIALES (de pie)
ANTIFONA DE ENTRADA
Recibimos al sacerdote de pie, que se acerca al altar y lo besa. En el altar hay reliquias de santos y representa el lugar donde se hacian los sacrificios. En el Antiguo Testamento se sacrificaban animales, pero desde la venida de Cristo, en el Nuevo Testamento, son incruentos.
Si no se hubiera entonado canto alguno, se recita la antifona de entrada.
En el nobre del Padre, y del Hijo, y del Espiritu Santo.
Todos se santiguan.
- Amen.
El señor este con vosotros.
O bien:
La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre, y la comunión del Espiritu Santo estén con todos vosotros.
- Y con tú espiritu.
.....si se esta en Tiempo Pascual seria:
El Dios de la vida, que ha resucitado a Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
- Y con tú espiritu
El sacerdote lee la "Antifona de entrada" de ese día.
ACTO PENITENCIAL
El sacerdote invita a los fieles al arrepentimiento:
Hermanos: para celebrar dignamente estos sagrados misterios, reconozcamos nuestros pecados.
....tras un breve silencio, todos reconocen sus pecados con la oración:
Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante vosotros hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión.
(...llevando la mano al pecho se dice...)
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los Santos y a vosotros, hermanos, que intercedáis por mí ante Dios nuestro Señor.
El sacerdote concluye con la absolución:
Dios Todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
El pueblo responde:
- Amén.
KYRIE
Siguen las invocaciones de desagravio que rezan alternadamente el sacerdote y los fieles:
Señor ten piedad.
- Señor ten piedad.
Cristo ten piedad.
- Cristo ten piedad.
Señor ten piedad.
- Señor ten piedad.
... O bien:
Tú que has enviado a sanar los corazones afligidos: Señor ten piedad.
- Señor ten piedad.
Tú que has venido a llamar a los pecadores: Cristo ten piedad.
- Cristo ten piedad.
Tú que estas sentado a la derecha del Padre para interceder por nosotros: Señor ten piedad.
- Señor ten piedad.
GLORIA
Si es festivo, acto seguido todos rezan El Gloria:
Gloria a Dios en el Cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tú inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te daos gracia, Señor Dios, Rey Celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra suplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altisimo Jesucristo, con el Espiritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.
Gloria a Dios en el Cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tú inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te daos gracia, Señor Dios, Rey Celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra suplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altisimo Jesucristo, con el Espiritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.
Oración Colecta
Concluido el himno, el sacerdote dice:
-Oremos.
Entonces recita la "Oración colecta" designada para el día, y al final el pueblo aclama:
- Amén
LITURGIA DE LA PALABRA
Primera LECTURA
(sentados)
Los domingos se toma del Antiguo Testamento, excepto en el Tiempo Pascual, en que se toma de los Hechos de los Apóstoles. Si es costumbre, puede leer alguno de los asistentes. Al terminar:
Palabra de Dios.
- Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial.
Tambien puede leer el Salmo que corresponda a ese día alguno de los asistentes. Hay una parte denominada Salmo Responsorial que el pueblo repite intercaladamente. Si es costumbre, los Salmos serán cantados.
Segunda LECTURA
Sólo se hace una segunda lectura los domingos y las solemnidades. Al final, el que ha leido dice:
Palabra de Dios.
- Te alabamos, Señor.
Seguidamente se canta o recita el Aleluya designado para ese día.
EVANGELIO
(de pie)
El sacerdote, inclinado ante el altar, dice en voz baja:
Purifica mi corazón y mis labios, Dios todopoderoso, para que anuncie dignamente tú Evangelio.
Despues en voz alta dice al pueblo:
El Señor esté con vosotros.
- Y con tú espiritu.
Lectura del Evangelio según San [...]
- Gloria a Ti, Señor
Una vez leido el Evangelio, el sacerdote dice:
Palabra del Señor.
- Gloria a Ti, Señor Jesús.
El sacerdote besa el libro, diciendo en voz baja:
Que las palabras del Evangelio borren nuestros pecados.
HOMILÍA
(sentados)
En este momento el sacerdote hablará sobre las cuestiones de doctrina que considere de interés. Debe decirse todos los domingos y fiestas de precepto. Al terminar es oportuno guardar un breve espacio de tiempo en silencio.
Profesión de FE
(de pie)
Si es festivo, todos rezarán el Credo, en una de las dos formas: Símbolo niceo-constantinopolitano o símbolo de los apóstoles.
Simbolo de los Apóstoles:
Simbolo de los Apóstoles:
Creo en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor,
(...se inclina la cabeza levemente en señal de respeto...)que fue concebido por obra y gracia del Espiritu Santo, nació de Santa María Virgen,
(...se finaliza la inclinación de la cabeza...)padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer dia resucito de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde alli ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espiritu Santo, la santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurreción de la carne y la vida eterna. Amén.
Simbolo niceo-constantinopolitano:Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros los hombre, y por nuestra salvación bajó del cielo,
(... se inclina levemente la cabeza...)
y por obra del Espiritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre;
(... se finaliza la inclinación de la cabeza...)
y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado y resucitó al tercer día segun las Escrituras, y subió al cielo y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espiritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurreción de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
A continuación, se hace la "Oración de los fieles" o preces, que son unas plegarias que el sacerdote o algún asistente va leyendo y el pueblo responde:
- Te rogamos, óyenos.
LITURGIA EUCARISTICA
El sacerdote presenta a Dios los dones del pan y del vino que, por la Consagración, se convertiran en el Cuerpo y la Sangre del Señor. Esta parte se conoce como el "Ofertorio".
Presentación de las ofrendas.
(sentados)
Al ofrecer el pan, el sacerdote dice:
Bendito seas, Señor, Dios del Universo, por este pan, fruto de la tierra y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos: él será para nosotros pan de vida.
- Bendito seas, por siempre, Señor.
Al ofrecer el vino, el sacerdote dice:
Bendito seas, Señor, Dios del Universo, por este vino, fruto de la vid y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos: él será para nosotros bebida de salvación.
Acepta, Señor, nuestro corazón contrito y nuestro espiritu humilde: que este sea hoy nuestro sacrificio y que sea agradable en tu presencia, Señor, Dios nuestro.
Mientras el sacerdote se lava las manos, dice en secreto:
Lava del todo mi delito, Señor, limpia mi pecado.
El celebrante se va al centro del altar y, de cara al pueblo dice:
Orad, hermanos, para que este sacrificio mio y vuestro, sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.
El pueblo responde:
El sacerdote lee la "Oracion sobre las ofrendas" previstas para ese día.
CONSAGRACION
(de rodillas)
El sacerdote, con claridad, pronuncia las palabras del Señor para consagrar el pan:
" Tomad y comed todos de él, porque esto es mi cuerpo, que será entregado por vosotros".
Igualmente, consagra el vino con estas palabras:
"Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía".
Jesucristo Sacerdote, sirviendose de las palabras de la Consagración pronunciadas por el sacerdote, convierte el pan en su Cuerpo y el vino en su Sangre. A continuación muestra al pueblo la Hostia consagrada y el Cáliz, y lo adora con un signo de reverencia. El celebrante dice:
"Este es el sacramento de nuestra fe".
El pueblo responde:
"Por Cristo, con él y en él, a tí, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espiritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos.
El pueblo aclama:
"Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir:
" Libranos de todos los males, Señor y concédenos la paz en nuestros dias, para que ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo".
El pueblo concluye la oracion aclamando:
"Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: "la paz os dejo, mi paz os doy", no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos".
El pueblo responde:
"La paz del Señor esté siempre con vosotros".
El pueblo responde:
"Daos fraternalmente la paz".
Y todos, segun la costumbre del lugar se dan la paz.
El sacerdote deja caer en el cáliz una parte del pan consagrado, diciendo en secreto:
El Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, unidos en este cáliz, sean para nosotros alimento de vida eterna.
Mientras tanto se canta o recita:
"Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor".
Y el pueblo responde:
" El Cuerpo de Cristo".
El que va a comulgar dice: - Amén.
Despues con el pueblo sentado o de rodillas, tiene lugar la purificación, que es cuando se limpian la patena y el cáliz. Acto seguido el sacerdote puede ir a la sede, o lugar destinado para sentarse. Se pueden guardar unos minutos de silencio o cantar un salmo o cántico de alabanza.
De pie en la sede o en el altar, el sacerdote dice:
"Oremos"
(de pie)
Todos oran en silencio durante unos momentos. Luego el sacerdote dice la oración para despues de la comunión de ese día. El pueblo aclama:
Llegados a este momento, puede hacerse, si es necesario y con brevedad, los anuncios o advertencias al pueblo. Luego tiene lugar la despedida. El sacerdote extiende las manos hacia el pueblo y dice:
"El Señor este con vosotros".
El pueblo responde:
"La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espiritu Santo (todos se santiguan) descienda sobre vosotros"
El pueblo responde:
"Podeis ir en paz"
- Demos gracias a Dios.
Bendito seas, Señor, Dios del Universo, por este vino, fruto de la vid y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos: él será para nosotros bebida de salvación.
- Bendito seas, por siempre, Señor.
El sacerdote, inclinado, dice en secreto:Acepta, Señor, nuestro corazón contrito y nuestro espiritu humilde: que este sea hoy nuestro sacrificio y que sea agradable en tu presencia, Señor, Dios nuestro.
Mientras el sacerdote se lava las manos, dice en secreto:
Lava del todo mi delito, Señor, limpia mi pecado.
El celebrante se va al centro del altar y, de cara al pueblo dice:
Orad, hermanos, para que este sacrificio mio y vuestro, sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.
El pueblo responde:
- El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.
Oración sobre las ofrendas.El sacerdote lee la "Oracion sobre las ofrendas" previstas para ese día.
PLEGARIA EUCARISTICA
El Señor esté con vosotros.- Y con tú espiritu.
Levantemos el corazón.- Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.- Es justo y necesario.
El sacerdote lee el Prefacio correspondiente a ese día, a cuyo término todos dicen:- Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tú Gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
A continuación, según la Plegaria eucaristica que se siga, el sacerdote irá diciendo las oraciones previas a la Consagración.CONSAGRACION
(de rodillas)
El sacerdote, con claridad, pronuncia las palabras del Señor para consagrar el pan:
" Tomad y comed todos de él, porque esto es mi cuerpo, que será entregado por vosotros".
Igualmente, consagra el vino con estas palabras:
"Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía".
Jesucristo Sacerdote, sirviendose de las palabras de la Consagración pronunciadas por el sacerdote, convierte el pan en su Cuerpo y el vino en su Sangre. A continuación muestra al pueblo la Hostia consagrada y el Cáliz, y lo adora con un signo de reverencia. El celebrante dice:
"Este es el sacramento de nuestra fe".
El pueblo responde:
- Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurreción. ¡Ven, Señor Jesús!.
Continuan las oraciones propias de cada plegaria eucaristica. Al finalizar esta parte, el sacerdote toma la patena, con la Hostia consagrada, y el cáliz y, sosteniendolos elevados, dice:"Por Cristo, con él y en él, a tí, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espiritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos.
El pueblo aclama:
-Amén.
RITO DE LA COMUNION
Una vez que el sacerdote ha dejado el cáliz y la patena, dice:"Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir:
- Padre nuestro que estás en el cielo santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hagase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como tambien nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y libranos del mal.
El sacerdote, con las manos extendidas, prosigue él solo:" Libranos de todos los males, Señor y concédenos la paz en nuestros dias, para que ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo".
El pueblo concluye la oracion aclamando:
- Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.
El sacerdote, con las manos extendidas, dice en voz alta:"Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: "la paz os dejo, mi paz os doy", no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos".
El pueblo responde:
- Amén.
El sacerdote, extendiendo y juntando las manos, añade:"La paz del Señor esté siempre con vosotros".
El pueblo responde:
- Y con tú espiritu.
Luego, el sacerdote o diacono añade:"Daos fraternalmente la paz".
Y todos, segun la costumbre del lugar se dan la paz.
El sacerdote deja caer en el cáliz una parte del pan consagrado, diciendo en secreto:
El Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, unidos en este cáliz, sean para nosotros alimento de vida eterna.
Mientras tanto se canta o recita:
- Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
- Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nostoros.
- Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz.
El sacerdote hace genuflexión, toma el pan consagrado, lo eleva y lo muestra al pueblo, diciendo:"Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor".
Y el pueblo responde:
- Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.
El sacerdote, despues de comulgar con el Cuerpo y la Sangre de Cristo, se acerca a los que quieren comulgar y mostrándoles el pan consagrado, dice a cada uno de ellos:" El Cuerpo de Cristo".
El que va a comulgar dice: - Amén.
Despues con el pueblo sentado o de rodillas, tiene lugar la purificación, que es cuando se limpian la patena y el cáliz. Acto seguido el sacerdote puede ir a la sede, o lugar destinado para sentarse. Se pueden guardar unos minutos de silencio o cantar un salmo o cántico de alabanza.
De pie en la sede o en el altar, el sacerdote dice:
"Oremos"
(de pie)
Todos oran en silencio durante unos momentos. Luego el sacerdote dice la oración para despues de la comunión de ese día. El pueblo aclama:
- Amén.
RITO DE CONCLUSIONLlegados a este momento, puede hacerse, si es necesario y con brevedad, los anuncios o advertencias al pueblo. Luego tiene lugar la despedida. El sacerdote extiende las manos hacia el pueblo y dice:
"El Señor este con vosotros".
El pueblo responde:
- Y con tú espiritu.
El sacerdote bendice al pueblo diciendo:"La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espiritu Santo (todos se santiguan) descienda sobre vosotros"
El pueblo responde:
- Amén.
Luego el diácono o el mismo sacerdote, con las manos juntas, despide al pueblo diciendo:"Podeis ir en paz"
- Demos gracias a Dios.